—¿Qué les apetece cenar? —preguntó Aditya. Se había asegurado de traer una variedad de alimentos y bebidas para el viaje. Y no tenían que preocuparse por quedarse sin verduras o carne.
Con Riya, que era la Diosa de la Naturaleza, siempre podían tener verduras frescas. Riya tenía la habilidad especial de hacer crecer plantas, incluso en el desierto. Así que, podían tener vegetales frescos siempre que quisieran.
—Me da igual cualquier cosa —respondió Sasha casualmente. Estaba ocupada afilando sus dagas. Todos parecían estar haciendo algo o lo otro, manteniéndose ocupados mientras se relajaban en la comodidad de la sala de estar del barco.
—La verdadera pregunta debería ser ¿quién debe cocinar esta noche? —Julia hizo esta pregunta. Aunque Julia sabía un poco de cocina, no creía que fuera adecuada para cocinar la cena. Aprendió un poco sobre cocina cuando trabajaba como criada de Aditya y mantenía su verdadera identidad oculta.
