El ambiente en Eldoria estaba lejos de ser pacífico. Usualmente, la capital tenía una atmósfera relajada, pero no ahora. La Emperatriz Amelia había llamado a una investigación completa para averiguar qué estaba pasando realmente. Sin embargo, la tensión entre elfos y otras razas como humanos y Gente Bestia estaba empeorando debido a eventos recientes.
Pero Amelia no se detuvo solo en pedir una investigación. También promulgó una nueva regla que decía que nadie podía protestar en las calles de la ciudad capital. Si alguien era atrapado haciéndolo, sería arrestado de inmediato, sin preguntas. No importaba si la persona era un elfo, un humano, un miembro de la Gente Bestia, un dragón o incluso un demonio. La regla se aplicaba a todos, sin importar su raza, género, trasfondo familiar o estatus social.