El Imperio del Terreno Celestial tenía 10 ancianos que estaban a cargo de diversos asuntos del Imperio. Cada anciano era como un ministro. Cada anciano ocupaba un puesto muy importante en el Imperio. Cada uno de los ancianos le reportaba a la Emperatriz. La emperatriz y los 10 ancianos juntos discutían los asuntos internos y externos del Imperio.
A diferencia de un Ministro, los 10 Ancianos juntos tenían la misma influencia política en el Imperio que la Emperatriz del Imperio del Terreno Celestial.
Hubo un tiempo en que las cosas no eran así. En la época en que la primera Emperatriz Elven gobernaba el Imperio del Terreno Celestial, solía haber 10 Ancianos, pero en ese momento, los 10 Ancianos no tenían tanto poder político en sus manos. Los 10 Ancianos obedecían la orden de la Emperatriz y no se atrevían a plantear objeciones. Las palabras de la Emperatriz eran absolutas y nadie tenía el derecho, el poder o el coraje de desobedecer a la Emperatriz.