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Al siguiente segundo sintió que las raíces se apretaban alrededor de su cuerpo, haciéndola sentir sofocada. Antes de que pudiera hacer algo, sintió que su mana estaba siendo succionado. No estaba perdiendo solo una pequeña cantidad de su mana cada segundo. Era como si se hubiera roto una presa y el agua que la sostenía se hubiera liberado. Temía que si esto continuaba en unos minutos, su reserva de mana estaría completamente agotada por estas raíces grises.
¡Crack!
Al siguiente segundo, el pesado silencio en el campo de batalla se rompió con fuertes sonidos de crujidos. La tierra comenzó a resquebrajarse. Grandes fisuras aparecieron en el suelo. Al ver esto, todos entraron en pánico. Incluso las Arañas Devoradoras de Almas también entraron en pánico. Esto también causó un pequeño terremoto. La gente dentro de la ciudad también sintió este terremoto.
