—Esto... —Los ojos de Aditya se agrandaron al mirar el regalo que Amber había preparado para él. Extendidos sobre la mesa había muchos libros antiguos, cuyas portadas estaban desgastadas por el tiempo pero ricas en historia. Los incrustaciones de oro y plata brillaban tenue bajo la suave iluminación de la habitación, dándoles un aura de reverencia y sabiduría.
—Estos son algunos libros antiguos —comenzó Amber, con su voz temblorosa de incertidumbre—. Estos libros están llenos de relatos legendarios de aventuras de poderosos Emperadores en el pasado. Dado que Su Majestad disfruta leyendo libros, pensé que le gustarían. —Sus palabras eran vacilantes, y sus ojos permanecían fijos en el suelo. El lenguaje corporal de Amber contrastaba marcadamente con su acostumbrada actitud confiada. Se veía vulnerable, nerviosa y atípicamente insegura de sí misma.