—Te ves guapo —sentado frente a un gran espejo, Aditya miró su reflejo y no pudo evitar sentirse guapo en este día tan importante. Como Emperador, llevaba ropas que mostraban su estatus noble, emitiendo una sensación de grandeza y sofisticación. Sus ojos azul brillante centelleaban con encanto y cautivaban a quienes los miraban.
Una sirvienta peinaba suavemente su largo y ondulado cabello azul, haciéndolo resplandecer hermosamente. Cada pasada del peine añadía un toque mágico a su apariencia. Su cabello enmarcaba su rostro con gracia, resaltando sus atractivos rasgos y sumando a su presencia magnética.