—Ronan, necesitaré tu ayuda —en tiempos desesperados se necesitan medidas desesperadas. Este enorme orbe rojo puede acabar con todos si nadie hace algo al respecto.
—Ya estoy en ello —Ronan soltó un fuerte rugido antes de invertir todo su maná en crear una enorme barrera que separaba a las hormigas mutantes de fuego de los Soldados etéreos. Ronnie siguió a Ronan y agregó todo su maná restante para mejorar las capacidades defensivas de la barrera. Siguiendo a su Majestad, todos los Soldados etéreos, uno por uno, comenzaron a verter su maná en la barrera, haciendo la barrera transparente más y más fuerte con cada segundo.