La muerte de Ulrich tuvo el mismo efecto en el lado enemigo que la muerte de Vega en el lado de los vampiros.
Las ondas de choque se enviaron a través de las fuerzas de Drácula, ya que no solo Max había matado a Ulrich, sino que lo había hecho a plena luz del día sin necesidad de destruir el planeta entero.
Había entrado y salido de un planeta seguro a voluntad y no había nada que Ulrich o las otras fuerzas licántropas pudieran hacer al respecto.
Tal habilidad estaba a la par con lo que Drácula tenía y la idea de que el Rey enemigo era tan poderoso como su señor era aterradora.
La lucha entre Max y Ulrich había sido tan desigual que de principio a fin Ulrich no había podido asestar ni un solo golpe a Max, sin embargo, Max lo aniquiló en la batalla.
Aunque el argumento de que Ulrich no estaba en su mejor momento era cierto, solo aquellos con una mirada perspicaz podían entender que incluso si Ulrich hubiera estado en su mejor momento, no mucho habría cambiado al final.
