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Si había una adicción a la que Max escogería voluntariamente engancharse, sería la sensación de que su fuerza aumentara a pasos agigantados durante la promoción de nivel.
Después de completar exitosamente la promoción a nivel 7, Max sintió que las energías circundantes en el reino de las Energías Caóticas se armonizaban e impregnaban en su cuerpo.
Era una sensación divina mientras notaba cada hueso, cada fibra muscular y cada célula de su cuerpo recibiendo una parte de las Energías Caóticas.
Era casi como si la energía del vacío lo estuviera ayudando a purificar lo intangible, haciendo su mar de conciencia un lugar más grande y fuerte capaz de contener un volumen mucho mayor de esencia divina.
La energía de la oscuridad le ayudaba a equilibrar sus emociones, proporcionándole una claridad sin precedentes, mientras que la energía del Caos estaba reestructurando la constitución misma de su cuerpo y mejorándola a un nivel digno de un coloso.