El camino hacia el dominio del Caos fue el más difícil de todos los elementos para Max.
Durante lo que pareció cerca de una década, Max tuvo absolutamente 0 éxito en entender ni una sola característica del elemento del Caos.
Intentó todo—intentó estudiar la energía del caos aislada enviando impulsos de esencia divina cargados fuera de su cuerpo con la esperanza de crear alguna reacción, algún disturbio en su entorno, sin embargo, no importa cuánto lo intentaba, no importa cuánto meditaba o experimentaba, no podía ni siquiera comenzar a comprender lo que estaba tratando de comprender.
La energía del caos aislada no se sentía diferente a un ambiente rico en esencia divina y las veces que lograba crear un pequeño cambio en su entorno, nunca podía influenciar eventos que se tradujeran a más que un ligero cambio en las corrientes del viento alrededor de él o un leve desgarro espacial.
