Le tomó a Max dos días enteros comprender cuánto había ganado al matar a Angakok.
«Qué movida tan aterradora…», pensó Max al darse cuenta de por qué el devorador de almas era considerado un movimiento prohibido que ni siquiera estaba disponible en el Almacén Universal.
Un individuo de nivel 0 podría hipotéticamente convertirse en monarca en una década si usara devorador de almas en cada paso del camino.
Sin duda, no era posible usarlo sin esencia divina y había muchas complicaciones con su uso, pero los resultados eran innegables ya que al absorber el alma de Angakok Max había logrado en un día lo que Vega probablemente había intentado en los últimos 500 años.
Sin embargo, la parte más ridícula era que la brecha solo iba a aumentar aún más cuando finalmente obtuvo el bono de promoción de estadísticas al alcanzar el nivel 7, una brecha que le daría la confianza para incluso enfrentarse de tú a tú con un monarca promedio en términos de fuerza.
