—Sí, estoy listo —dijo Max en el momento en que esas palabras escaparon de sus labios se encontró teletransportado a su espacio del alma.
Max encontró a su proyección de pie justo al lado de su vasija del alma mientras notaba que el alma verde brillante dentro de la vasija ardía varias veces más brillante que en su última visita a este espacio.
—Lucharemos 3 rondas. Si ganas las tres rondas de nuestro duelo, te convertirás en el ganador definitivo y recibirás el premio supremo que la mazmorra tiene para ofrecer.
—Si ganas dos, tu vida será perdonada pero no ganarás recompensa alguna.
—Si no ganas ninguna, reclamaré tu alma en esta misma ronda.
—Cada ronda será progresivamente más difícil y para ganar, solo necesitas asestar un único ataque sobre mí —dijo Serafiel mientras Max adoptaba la posición de lucha para aceptar ese desafío.
Había tenido una experiencia agradable peleando dentro de su espacio del alma.
