Mientras Rudra regresaba de conceder un breve momento de presencia en la boda de Max, no pudo evitar suspirar con nostalgia.
Todavía podía recordar vívidamente el día en que la familia de cuatro aún vivía en la Tierra y era Rudra quien estaba destinado a tener su primera boda.
Papá y mamá Rajput bromeaban sobre lo difícil que era para Rudra conseguir un poco de acción, sin embargo, el joven y regordete Max era un conquistador de mujeres.
Mamá Rajput estaba segura de que Max iba a crecer y convertirse en un Playboy que conducía coches caros y rompía muchos corazones de mujeres.
Si Rudra hubiera podido, nunca habría permitido que Max viviera una vida tan difícil, pero leyendo el propio diario de reencarnación de su hermano, Rudra sabía que todos estaban en este universo con un legado propio.