—Explícame las circunstancias que rodean tu doble identidad y cómo mentiste en el contrato de sistema —exigió Hades como su primera pregunta cuando sorprendió a Max desprevenido.
De todas las preguntas que Max podría responder astutamente, esta era una en la que probar su inocencia resultaba complicado.
Había evadido deliberadamente el contrato de sistema con la intención de mantener a todos en la oscuridad sobre su verdadera identidad.
Ahora, torcer la historia de cualquier otra manera iba a ser difícil, mientras que decir la verdad lo retrataría como un estafador en quien no se puede confiar.
—Ten en cuenta que si mientes, ni siquiera necesito un detector de mentiras, la reina juzgará tus palabras y me lo hará saber —advirtió Hades mientras le dejaba claro a Max que no necesitaba esferas de verdad para determinar la autenticidad de la información que Max iba a proporcionar y que mentir no era absolutamente una opción.