—Sí, Max Rajput y Ravan Bloodfall siempre fueron el mismo. La razón por la que podías observar dos de ellos distintamente es debido a una habilidad especial. Sin embargo, ambos son uno y el mismo —Angakok dijo con evidente alegría en su voz mientras se aseguraba de que toda la versión de la verdad fuera conocida por las masas y que la información crítica no se perdiera solo porque los dioses demonio fueran unos tontos.
Cuando bajó a los dos dioses demonio y los liberó de sus ataduras, los dos que habían sido perdonados huyeron al instante y comenzaron a correr para difundir las noticias como se les había instruido, mientras Angakok, por su parte, giró con calma su atención de nuevo hacia Max.
Angakok quería desesperadamente ver a Max sufrir, quería que Max le rogara perdón, pero el testarudo vampiro no le daba en absoluto el placer de la tortura.