La primera máquina donde Max probó su suerte fue la tragamonedas.
A diferencia de la Tierra, donde las máquinas tragamonedas estaban mayoritariamente controladas digitalmente, las máquinas de juego hechas por enanos eran mucho más complejas y mayoritariamente mecánicas, siendo el premio gordo afortunado la secuencia del triple martillo en vez de las cerezas.
La razón por la que Max eligió probar suerte en la tragamonedas fue porque había oído hablar del 'Método del Ritmo' en su vida pasada, que aumentaba las probabilidades de ganar en un juego de tragamonedas.
El modo en que este método funcionaba era que, dependiendo de qué tan rápido uno tirara de la palanca al inicio de cada juego, uno podría controlar precisamente el resultado deteniendo el carrete cada vez en el mismo intervalo de tiempo.
Con práctica se podía desarrollar la habilidad de controlar el primer carrete para hacerlo detenerse en el mismo símbolo cada vez.