A continuación, Severus llevó a Max fuera del edificio y al libre y salvaje planeta de Suelo Verde.
Lo primero que notó Max fue que literalmente era un planeta de suelo verde, el cual estaba árido y con terreno rocoso, pero cubierto por alguna razón de suelo verdoso.
Era como Marte, pero verde en lugar de rojo, y con una atmósfera densa que no dejaba penetrar la luz solar hasta el suelo en absoluto.
Max observó su entorno, sus instintos vampíricos se enfocaban en objetos que podrían ser una amenaza potencial mientras inconscientemente adoptaba una postura de combate.
Aunque Max no lo entendía, su ADN genético había cambiado significativamente y los instintos naturales de los vampiros primordiales se habían codificado en su sangre.
Aunque no había animales en este planeta, Max sabía instintivamente qué rocas evitar porque podría haber un depredador escondido detrás de ellas.