—¿Lo rompió? ¿Mi idiota hijo lo rompió? —dijo Regus incrédulo al recibir una notificación del sistema de que Marco había roto su contrato de sistema y había revelado su nombre familiar públicamente.
—¿Justo cuando tenía esperanzas de que mejorara y llevara una vida decente? ¿Qué ocurrió para que perdiera la calma? —se preguntó Regus mientras una ira incontrolable llenaba su corazón.
—¡MALDITO, MALDITO, MALDITO, MALDITO!
*Bang*
Regus golpeó su escritorio de trabajo que se desmoronó en arena mientras la totalidad de Ixtal sentía un leve temblor debido a su enojo. Marco era un caso perdido desde este momento en adelante, ya no era elegible para ser el príncipe del Clan Vampiro nunca más. No había camino hacia la redención para él.