—¿Hermana Ruby? —preguntó Max con voz temblorosa, no había visto a Ruby desde que jugó a Omega hace muchos años.
Anna le había hablado a Max sobre Ruby antes de que los dos entraran en la mazmorra. Incluso habían planeado hacer que Rudra se encontrara con Ruby después de la mazmorra, pero debido a su entrenamiento Max nunca salió de nuevo y el asunto sobre su cuñada elfa se le escapó de la mente.
—Hola, Max —dijo Ruby con una sonrisa en el mismo tono gentil que Max recordaba, haciendo que su estómago hiciera una voltereta de felicidad.
Con Naomi dejando ir a Max, Max se acercó a su otra cuñada mientras miraba intensamente a los ojos azules del bebé en sus brazos.
—Hola, amiguito —dijo Max con una voz tranquila, ya que se podía notar el amor rezumante en esas palabras cuando las dijo; sin embargo, el bebé pequeño que estaba chupando su pulgar solo se apartó de Max tímidamente mientras ponía su cabeza sobre los hombros de su madre.