Rui y Kane ya habían llegado a la instalación de combate a la hora de reportarse y habían firmado el registro de asistencia. Ahora simplemente esperaban la llegada de sus amigos y de los combates programados.
Rui echó un vistazo al marcador.
Había doce personas empatadas en el primer puesto. Estos Aprendices Marciales consistían en los once contra los que Rui estaba programado para luchar a lo largo de once días, así como él mismo contando como el duodécimo contendiente.
Rui miró alrededor de la instalación, podía sentir la atención en Kane y en él mismo. Y no era solo por sus rasgos negros o el estatus de Kane. Los dos tenían sesenta y siete victorias y ninguna derrota. Todos prestaban atención extra a aquellos empatados en el primer rango.
Los ojos de Rui recorrieron las clasificaciones, tomando nota del rendimiento de todos los demás.
—Oh...? —murmuró.
—¿Hm? —Kane lo miró.
—Gale está en el puesto número nueve —dijo Rui—. Impresionante.