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El Imperio Kandriano había cronometrado la aplicación de esta estrategia muy bien. Había utilizado esta táctica para el territorio final y más importante en el Calabozo Sereviano para que el elemento sorpresa estuviera al máximo en el territorio más importante a reclamar.
Las tres naciones no organizaron una fuerza de represalia contra el Imperio Kandriano dentro del Calabozo Sereviano para recuperar el núcleo del Calabozo Sereviano.
No porque eligieran no hacerlo, sino porque no podían, no era viable. Cada una de las tres naciones había perdido una gran suma de activos en el ataque de la sucursal que Rui había desencadenado. Sus bases en el Calabozo Sereviano simplemente carecían de los activos militares y especialmente de Artistas Marciales necesarios para sitiar y tomar por asalto las fortificaciones que el Imperio Kandriano había erigido alrededor del núcleo del Calabozo Sereviano que ahora habían reclamado como territorio Kandriano.
