Fernan tenía un rostro hermoso estéticamente, muchos lo dirían. Sus suaves rasgos eran tranquilizadores y agradables.
Esto contrastaba fuertemente con el resto del cuerpo. Dos brazos adicionales surgían de una apertura en un bulto en su hombro, mientras que un enorme par de alas negras emplumadas crecían de la sección media de su espalda.
Un par de brazos se pliegaba en guardias defensivas cerradas mientras los otros dos adoptaban una postura agresiva.
Rui asintió, esto tenía sentido. ¡Con cuatro brazos, podría mantener la ofensiva y la defensiva perfectas en todo momento!
Sus alas se levantaron en el aire, estirándose hacia atrás tanto como podían.
Sus intenciones eran claras. Tenía la intención de volar en cuanto comenzara el encuentro.
—Comiencen —el árbitro inició el encuentro.
ZUMBIDO