Rui utilizó Mapeo Sísmico para buscar la fuente más grande de radiación sísmica y comenzó a dirigirse hacia ella lo más rápido que pudo. Después de un tiempo, se encontró con una manada de ciervos que contaba cientos, lo cual era bastante grande. Y los siguió a distancia, cuidando de no alertarlos de su presencia, algo que resultaba bastante sencillo considerando que estaban descansando.
Ahora solo tenía que rezar para que esta manada fuera el objetivo para que pudiera observarla de cerca por fin.
Con el paso del tiempo, sus esperanzas se volvieron más y más tenues. Esperó, pero no ocurrió nada. Su paciencia se agotó y se sintió cansado de simplemente esperar y no hacer nada.