—¡Zum!
Apareciendo a unos pocos metros del campamento que él y los demás habían establecido, Valyr soltó un profundo suspiro de alivio mientras descansaba cerca del fogón. Bostezando brevemente, el joven levantó la vista hacia el cielo, solo para ver que el sol estaba en su cenit.
—¿Cuánto tiempo hemos estado dentro de ese lugar? —murmuró el joven para sí mismo, suspirando débilmente al recordar cómo todos habían sido forzados a entrar en los campos de prueba de las Puertas de la Iluminación durante la noche cerrada. Con Loreina llevada inadvertidamente a los campos de prueba, él y los otros tres se dirigieron rápidamente hacia las profundidades de las llanuras, luchando contra las aberraciones hasta que todos obtuvieron los fragmentos necesarios para entrar.
