—Finalmente ha llegado... —murmuró Valyr mientras observaba cómo el hombre miraba alrededor de la habitación un rato para ver de dónde venía la voz. Sin embargo, para cuando una pantalla apareció frente a la visión del hombre, toda noción de confusión en el rostro del hombre desapareció rápidamente.
En cambio, el hombre estaba enormemente cautivado por la vista ante él, abriendo y cerrando algunas pantallas más frente a él antes de volver su mirada más allá de la pequeña ventana de su habitación. Inhalando profundamente, la expresión del hombre se volvió tranquila y determinada. —Hoy.
—Hoy… Habiendo presenciado una semana de la rutina diaria del hombre de tortura física y confinamiento, Valyr gradualmente comenzó a notar que él estaba contando los días con cada noche que pasaba. Al principio, estaba confundido sobre qué estaba contando el humano, ya que nada diferente había ocurrido durante la semana que había pasado. Sin embargo, ahora que el hombre había ganado acceso al sistema…