En otro espacio árido.
—¿Cuánto más tengo que pelear? —Con respiraciones entrecortadas, Loreina contemplaba la vista frente a ella con una expresión de ligera desesperación. Aunque había invocado un gran número de invocaciones en preparación para lo que vendría, ahora solo tenía una en pie entre ellas, las demás yacían esparcidas junto a las aberraciones que acababa de matar.
Además, la invocación restante parecía tambalearse al borde de la muerte también, siendo solo el núcleo de su torso la única parte que parecía haber quedado indemne de los golpes implacables de las aberraciones. Tal vez, si un par de aberraciones aún estuvieran en pie en este momento, entonces todas sus invocaciones habrían caído, obligándola a defenderse sola contra ellas.