—Huh… —En el momento exacto en que su lanza fue mostrada en el escenario, una leve huella de confusión apareció en el rostro del joven—. Eso es extraño.
—¿Qué lo es? —Al escuchar las palabras de Valyr, Julián lo miró con una expresión curiosa.
—La lanza se está vendiendo muy temprano —respondió Valyr mientras miraba de nuevo a Julián—. Mirándolo directamente a los ojos, tenía la fuerte sensación de que el hombre a su lado tenía una idea clara de lo que estaba sucediendo.
—¿No mencionaste antes que la lanza que forjé sería la atracción principal de la subasta?
—Pero lo es —dijo Julián, ahora sintiéndose un poco confundido—. Afortunadamente, no tardó mucho en entender lo que Valyr quería decir con sus palabras, aclarando la confusión rápidamente con su siguiente declaración.
—Ah… pensaste que tu lanza sería el último artículo vendido en la subasta? ¿Es eso correcto?