—¿Así que estás tan seguro, eh? —Al escuchar a Faulus elogiar a Hal por su excelente habilidad en el combate, a Valyr no pudo evitar que una sonrisa divertida se dibujara en sus labios—. ¿De verdad crees que no puede ser vencido?
—Solo dije que siento que no puede ser vencido, no que no pudiera serlo —aclaró Faulus en respuesta—. Después de todo, no sabemos cuándo podría aparecer en el mundo de Veldanyr algún prodigio con un nivel de talento mucho más monstruoso que el de Hal.
—¿Y si ese prodigio ya ha aparecido? —preguntó Valyr, con una sonrisa cómplice adornando su rostro.
—Si así fuera, entonces su nombre ya debería ser conocido... —Levantando una ceja mientras miraba a Faulus con confusión, los engranajes en la mente del joven giraron mientras se preguntaba de quién estaba hablando Valyr. Afortunadamente, no tardó demasiado en que un par de cosas hicieran clic en su mente al volver a mirar al hombre a su lado.