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Un considerable lapso de tiempo había pasado desde que Valyr entró en las Cuevas Comunes para buscar Llaves de Habilidad. Con su pequeña oleada de experimentación durante la segunda habitación, permitiéndole descubrir cómo podía aprovechar toda su fuerza de combate en todo momento, el joven pudo avanzar rápidamente por las habitaciones sucesivas de la mazmorra sin mucho problema, alcanzando la octava habitación en menos de dos horas desde su entrada.
Por supuesto, la experimentación que había hecho al principio de la segunda habitación no terminó allí; por el contrario, la continuó mientras pasaba por las siguientes habitaciones que entraba, queriendo saber más y más sobre los límites de la habilidad innata que tenía su lanza.
¡Fiuu! ¡Fiuu!
