—Ya llegamos —dijo Vera mientras ambos se situaban frente a una puerta de madera unos minutos más tarde. Colocando la bolsa en el suelo, Vera fue adelante y la abrió, revelándole a Valyr el interior de la habitación.
Sin embargo, justo cuando él echó un vistazo al interior, un pensamiento surgió rápidamente en su mente. "¿Debería... debería dejarte sola y esperar aquí?"
A pesar de que no había muchas comodidades en la habitación, se podía ver una cama a un lado, con múltiples almohadas ligeramente dispersas sobre el colchón. Al lado de ella había una simple estantería de madera, que contenía libros que parecían emanar la sensación de haber venido de una época anterior a su nacimiento.
Encima de la estantería había un par de marcos de fotos que contenían fotos de Vera, así como fotos de ella y otra mujer que parecía ser su hermana mayor.
Tardíamente, dándose cuenta de lo que Valyr quería decir con su pregunta, Vera sonrió con ironía al abrir la puerta por completo, revelando un conjunto de instrumentos alquímicos alrededor de un caldero de buen tamaño, ordenadamente dispuestos cerca del lado de la habitación cubierto por la puerta. Entrando, cogió la bolsa y se volvió a mirar a Valyr, instándolo a entrar. "Ya que soy la única en la aldea que sabe cómo usarlo, además del hecho de que no tiene mucho sentido moverlo, mis instrumentos alquímicos están aquí dentro de mi cuarto de dormir".
"Siempre y cuando no te importe el desorden del otro lado, eres libre de entrar—Vera se rió con ironía, rascándose la cabeza.
Después de decir esas palabras, se acercó al caldero, colocando la bolsa de ingredientes a su lado antes de dirigirse al otro lado de la habitación. "Espera aquí un momento. Tengo que buscar algo".
Asintiendo levemente en respuesta, Valyr esperó junto al caldero mientras Vera sacaba unas cajas de debajo de su cama. Soplando el polvo acumulado en la superficie, las abrió a medida que buscaba un cierto objeto.
Mientras tanto, Valyr dejó que su curiosidad se apoderara de él, echando un vistazo más de cerca a todo lo que había en esta habitación. Como Vera le había dicho que no se preocupara por el otro lado, centró su atención en los instrumentos alquímicos que ella poseía, aunque pensaba que ella estaba más organizada que él, considerando lo ordenada y limpia que estaba su cama a pesar de haber dicho que estaba desordenada.
Viendo que los instrumentos parecían estar libres de polvo en su superficie, Valyr rápidamente se dio cuenta de que Vera cuidaba bien sus instrumentos, asegurándose de limpiarlos al menos una vez al día. "De nuevo, desde la perspectiva de un alquimista, tiene sentido. Incluso una pequeña partícula de polvo puede dictar el éxito o el fracaso de una mezcla, así que no es sorprendente que los limpie a menudo".
"Sin embargo, instrumentos como estos normalmente no se encontrarían en una aldea—pensó. "¿Compró todo esto ella misma?"
Con curiosidad, Valyr decidió preguntar. —¿Compraste todos los instrumentos que tienes aquí, señorita Vera?
—Desearía haberlo hecho —respondió Vera mientras miraba a Valyr con una sonrisa irónica. Volviendo su atención a las cajas, continuó:
— De todas maneras, no los compré. En cambio, me fueron regalados por mi mentor después de que me convertí en Alquimista Novato.
—Qué amable mentor —no pudo evitar decir Valyr, a lo que Vera asintió en acuerdo.
—Definitivamente lo es. "Ah, lo encontré—Después de rebuscar en las cajas durante bastante tiempo, colocó un orbe gris claro en el suelo antes de volver a poner las cajas en su lugar original. Trayendo consigo el orbe, se dirigió hacia donde estaba Valyr, poniendo el orbe en un pedestal cerca del caldero.
"Me pregunto si estará ocupada...—murmuró Vera, tomando un profundo respiro mientras colocaba una de sus manos sobre el orbe. Pronto, una luz azul pálida emanaba de su mano, que fue lentamente absorbida por el orbe poco después.
Al cabo de un rato, una luz de color similar a la que emanaba de la mano de Vera apareció en medio del orbe. Poco a poco, creció en tamaño hasta que eventualmente estalló, convirtiéndose en hilos de luz que parecían confeti.
Pronto, un aura opresiva emanó del orbe, provocando que los ojos de Valyr se abrieran ligeramente en sorpresa. Sin embargo, este aura solo duró unos segundos antes de desaparecer mientras una voz resonaba desde el orbe unos segundos después.
—Vaya, vaya, vaya. Mira quién finalmente decidió contactarme —dijo una voz al otro lado, su tono ligeramente ronco.
Jugando con sus pulgares en ligero nerviosismo, Vera no pudo evitar actuar de manera sumisa al responder. —No es que no quiera contactarte, Mentor… pensé que estabas ocupada…
—¿Ocupada? ¿Yo? ¡Ja! Como si fuera así. —La voz soltó una leve risa en respuesta—. En cualquier caso, es raro que mi única alumna me contacte. Conociéndote, no me contactarías sin razón.
Al escuchar esas palabras, Vera dejó escapar internamente un suspiro de alivio mientras volvía a su comportamiento habitual. —Es así, Mentor. Alguien me preguntó si sabía cómo elaborar Elixir de Refuerzo, específicamente, Elixir Básico de Refuerzo Físico y Elixir Básico de Refuerzo Mental. En respuesta, les dije que estarían mejor si otro alquimista los elaborara. Sin embargo, estaban decididos a que yo debía ser quien los elaborara, confiados en que tenía la habilidad para hacerlo.
—¡Por supuesto que deberían estar confiados! Después de todo, aprendiste bajo mi tutela —respondió la voz—. De todos modos, ¿te han dejado sola para elaborarlo?
—No, la persona que me lo pidió está aquí. —Vera negó con la cabeza. Dándose la vuelta, miró a Valyr—. ¿Le importaría hablar un poco, señor Valyr?
Rascándose la cabeza un poco, Valyr finalmente asintió en respuesta mientras abría la boca. —¿Hola? ¿Puede oírme?
—Te oigo alto y claro —dijo la voz—. ¿Le importaría decirme quién es usted, si no es molestia?
—¿Le parecería bien presentarse primero, señora? —preguntó Valyr a cambio—. Aunque dice ser la mentora de la señorita Vera, no puedo evitar ser un poco suspicaz.
—¿Un cauto, eh? Bueno, no me importa —la voz se rió entre dientes—. Soy Mystia Aschel, la mentora de alquimia de la joven que tienes enfrente. Ahora, ¿sería eso suficiente para que me reveles tu identidad? ¿O quieres que te diga más?
—No, eso sería suficiente. Gracias —Valyr negó con la cabeza en respuesta. Aunque, al hacerlo, no pudo evitar pensar 'Me pregunto cómo estarán relacionadas entre sí. Después de todo, tienen el mismo apellido.'
Tomando un profundo respiro, dijo a continuación —Sería de mala educación si no cumpliera mi promesa, así que permítame presentarme. Me llamo Valyr Zeihardt, actualmente soy guardia en la Aldea de Astarto. Soy yo quien le pidió a la señorita Vera que elaborara los elixires.
Al escuchar la respuesta de Valyr, Mystia no pudo evitar concentrarse en una cierta parte, murmurando —¿Zeihardt…? ¿Es él…?
—¿Hay algún problema? —naturalmente, Valyr escuchó sus murmullos gracias a sus estadísticas aumentadas, haciéndose preguntar si había algo peculiar en su nombre. Después de todo, también había reflexionado sobre su apellido un poco en su primer día. Sin embargo, antes de que pudiera obtener una respuesta a su pregunta, Mystia rápidamente cambió de tema.
—Ah. No hay problema. Ningún problema para nada —dijo Mystia, lo que hizo que Valyr levantara su ceja en respuesta. Aunque, como Mystia no quería seguir con el tema, él solo pudo dejar el asunto de lado, dejando escapar un suspiro internamente.
—De todos modos, vamos a elaborar los elixires, ¿de acuerdo?