Con el corazón calentándose por las palabras de Tristan, Valyr se adelantó y le dio al hombre un sincero agradecimiento mientras ambos continuaban observando a los participantes restantes de la tercera ronda terminar sus creaciones. Mientras hacían eso, hablaron sobre cuál nueva pieza de equipo les parecía más interesante, con un par de equipos dejándolos boquiabiertos en ligero asombro.
Finalmente, todos los participantes que quedaban en la tercera ronda habían terminado de forjar sus creaciones, con la mayoría de ellos mostrando expresiones desalentadas al abandonar el lugar. No obstante, escondido bajo la desolación en sus rostros estaba el sentimiento de satisfacción, orgullosos internamente de sí mismos por haber sido capaces de alcanzar el final del torneo con su propio esfuerzo.