—Solo lo he pensado ahora, pero tengo cierta curiosidad. ¿Qué pasó con la punta de lanza que forjé durante la segunda ronda? —preguntó Valyr.
Escuchando la pregunta por un momento, el supervisor se quedó en silencio antes de sacar una pequeña tableta de su bolsillo, infundiéndole maná. Después de interactuar con la tableta durante un momento, una mirada de entendimiento apareció en el rostro del supervisor mientras devolvía la mirada a Valyr frente a él. —Bueno, como el anfitrión ha mencionado antes, podrás quedarte con el equipo que hayas forjado durante la segunda ronda. Con eso en mente, el equipo que hayas forjado se te entregará una vez que se hayan anunciado las clasificaciones finales. Espero que esto alivie tus preocupaciones.
—Lo hace. Gracias —respondió Valyr, permitiendo que el supervisor volviera a lo que estaba haciendo.