—Lo siento, Cecilia, pero me temo que eso no es posible.
—¿Q-Qué? —balbuceó Cecilia, su voz apenas un susurro.
—No hablas en serio, ¿verdad? ¿O te están obligando a hacer esto de alguna manera? —preguntó Cecilia, su voz temblorosa.
—No. Todo se está llevando a cabo bajo mis órdenes.
—¿Derek?
—...pero por el bien mayor.
—No... No puedes. Por favor dime que no estás experimentando realmente con personas—personas que confían en nosotros para protegerlas.
—Te dije lo que estamos planeando, ¿verdad? Para alcanzar nuestro objetivo final de erradicar demonios, algunos sacrificios deben hacerse. Si la historia nos ha enseñado algo, es que las guerras no se ganan sin sacrificios. Hemos estado luchando esto durante demasiado tiempo, y no podemos luchar por la eternidad. Esto tiene que terminar, y mejor que termine en nuestra vida por el bien de las futuras generaciones. Tú lo sabes.