—¡Mmn! —Los ojos de Naida se abrieron sorprendidos mientras los labios de Asher repentinamente envolvían los suyos, escapándosele un suave sonido amortiguado en el inesperado momento.
Sin embargo, casi inmediatamente, se retiró suavemente, rompiendo el beso y trayendo a Asher de vuelta a la realidad.
Él se levantó rápidamente, una mueca cruzando su rostro al darse cuenta súbitamente de sus acciones.
—Lo siento, no quise— Asher comenzó, su expresión una mezcla de vergüenza y confusión, tratando de disculparse por su acto impulsivo.
—No te preocupes por eso. Los errores ocurren. Debes estar bastante confuso después de tratar con ellos y agotarte —dijo Naida suavemente, su voz desentendida pero gentil. Se giró, dándole la espalda, quizás para darle un momento a él de recomponerse.