Mientras las tumultuosas olas se asentaban, la multitud contuvo colectivamente la respiración, y de las profundidades emergió una versión más pequeña, pero igualmente impresionante, del Kraken.
Con una tercera parte del tamaño de su predecesor caído, la aparición de la joven criatura envió una onda de choque a través de los espectadores. Se parecía a su gigantesca madre, su cuerpo se extendía 30 metros de largo, cubierto de un duro exoesqueleto y erizado de poderosas extremidades.
Asher parpadeó, sin esperar que el Kraken hubiera logrado dar a luz a su cría a pesar de morir, o ¿fue que todo ocurrió antes de que tomara su último aliento?
No obstante, ¿no era un poco grande para ser un bebé? O quizás no, considerando el tamaño de su madre.
Los ejércitos de Quemadura de Sangre murmuraron y especularon, algunos preguntándose si esta era la cría del Kraken que acababan de presenciar siendo derrotado.