Esta vez, era el material perfecto para hacer lo que quería. —El Rocío Estrellado de Plata… Es lo mejor para hacer esto… ¿Cuándo lo conseguí?
Sostenía una gran botella que era del tamaño de su altura. Abrió su tapa y olió el dulce aroma del líquido plateado en su interior.
El líquido brillaba con luces plateadas, tan denso y brillante que caía sobre su rostro e iluminaba su semblante. Sabía cuán precioso era este material en la alquimia, y eso le hacía dudar de que lo hubiera comprado en el mercado.
—Debo haberlo obtenido de los anillos de los maestros oscuros… —William cerró la tapa de nuevo y colocó la botella cuidadosamente en el suelo antes de sacar algo.
Era un plato grande y profundo. Lo colocó en el suelo, antes de llenarlo con el Rocío Estrellado de Plata. Al llenarlo, guardó la botella, tomó la esponja y lentamente infundió su poder de espíritu en su interior.