William tenía la intención de hacerlo, en caso de que todos vinieran contra él, no solo un enemigo.
Como ya había detectado de dónde venía el ataque, pudo esquivarlo perfectamente. Sin embargo, todo lo que hizo fue sacar una espada, moviéndose de un modo lento hacia un lado, terminando por chocar con el enemigo entrante, bloqueando la mayor parte del ataque y sufriendo una pequeña herida en el costado.
No era muy profunda, pero William añadió un toque final fingiendo dificultades para estabilizarse durante unos momentos, antes de finalmente apoyarse en una rodilla.
Plantó la espada en el suelo, se apoyó en ella con una mano, mientras sostenía la herida con la otra. —¡Juro matarte! —dijo fríamente, de una manera amenazadora que no tenía peso alguno.
—¡Jajajaja! Intenta tan solo ponerte derecho, idiota, ¡jajajaja! —al ver esto, el líder del grupo de maestros oscuros se reía de todo corazón, burlándose de William.
