La cara de William cambió para mostrar su expresión seria —Escucha, nuestro tiempo aquí se está agotando. No quiero quedarme para siempre en este mundo. Se avecina una gran guerra, y soy el responsable de manejar las principales armas en ella.
—Oh, ¡qué hombre tan grande y poderoso eres, jajajaja!
—¡Deja de jugar! A partir de ahora, dormiremos solo la mitad de la noche, luego seguimos caminando...
—¡Eso no es justo!
Ella siguió gritando así durante las próximas horas, al día siguiente, hasta que sus gritos atrajeron la atención de muchos monstruos.
—Verás como se asustan por mi presencia —cuando apareció el primer grupo de monstruos, un grupo de leones con colas espinosas, ella ondeó su larga cabellera y avanzó decenas de metros delante de William mientras decía esto.
—Para...
