William sabía que este mundo tenía monstruos voladores. La primera vista que tuvo al llegar a este mundo fue una gran reunión de bestias colosales voladoras. Sin embargo, no pensó que se enfrentaría a monstruos voladores en esta zona, no después de haber viajado tanto tiempo en este mundo y nunca volver a encontrar tales monstruos voladores.
—Mis granadas pueden golpear a los monstruos en el suelo, impactando parcialmente a los que vuelan usando las ondas de choque que salen de ellas... Pero no están especializadas lo suficiente para derribar a tales bestias voladoras...
William se sentó en su zona segura, sin sentir presión alguna. Mientras estuviera en esta área, nada podía tocarlo.
Comenzó a pensar en sus técnicas, elementos espirituales y armas. —Mi arco y flechas pueden manejarlos bastante bien... Puedo usar mis técnicas de viento junto con mi movimiento de embestida para acercarme a ellos y asestar un golpe feroz. Pero los monstruos en el suelo tenían que ser tratados...