Según la historia de la región, este fue una vez el sitio de una batalla antigua. Aquí ocurrió una gran guerra, pero no había un solo registro al respecto excepto por esos rumores y relatos míticos.
William no sabía si estas historias eran ciertas o no, pero sabía que el principal problema seguía siendo la zona interna. Ningún maestro que entró allí logró regresar, ni siquiera aquellos en la cumbre del poder.
No había ni un solo dato útil sobre esta zona excepto la descripción de ella. La zona interna estaba marcada por una gigantesca nube verde tóxica que cubría una gran área de casi cien kilómetros de radio, con gruesas lenguas de trueno golpeando a través de la niebla verde todo el tiempo.
William sabía que tal escena sería una maravilla para contemplar y presenciar. En cuanto a lo que había dentro de esta nube, sabía que sería una atmósfera muy tóxica y erosiva, una que no era diferente de la que él había atravesado hacia este mundo en primer lugar.