—Es mejor que nada —finalmente cedió William—, rompiendo el sello utilizando su conocimiento y formaciones. Intentó casi todo lo que podía formar utilizando los materiales que tenía. Incluso usó algunos de los materiales del mundo exterior, los que había adquirido de la Ciudad de Lara a lo largo de los años, que le quedaban después de todo su gasto en todo este tiempo.
—Es hora de ver para qué sirven estos —William miró los núcleos espinosos que sacó, esparcidos sobre el suelo y llenando toda la sala de estar de la casa.
Sabía una manera simple de saber qué tenía de especial estos núcleos. Venían del especial mundo Nieve Caliente. Y así tenía muchas expectativas hacia ellos.
Roció su sangre sobre un núcleo. Normalmente encontraría que el núcleo se convertiría en polvo, sintiendo el poder espiritual entrar en su cuerpo. Sin embargo, nada de esto ocurrió. Su sangre simplemente se esparció sobre las espinas, haciéndolo intentar este método otra vez.