William vio finos símbolos dispersos por toda su superficie, y eso le hizo darse cuenta de que estaba ante una caja fuerte altamente fortificada. —No reconozco estos símbolos, pero puedo decir que siguen un patrón con el que estoy familiarizado... —murmuró.
William canceló su transformación, y se quedó en su lugar inmóvil durante unos minutos. Pensó profundamente en el patrón que los símbolos formaban, y finalmente lo reconoció.
—Es la formación de Marea de la Ola del Océano Emergente... Encontrar una formación de sellado tan elevada en este mundo, en tal lugar... Estoy seguro de que hay algo precioso guardado dentro... —reflexionó para sí mismo.
William conocía esta formación de sellado y sabía cómo desbloquearla. —Llega el Océano, la tierra tiembla y la sangre fluye... —murmuró estas palabras antes de sacar una espada, cortar su mano y exprimir la sangre —la muerte sigue, y finalmente la vida florece... llega el Océano...