Sus palabras, acompañadas por la ficha que acababa de tomar y la lanzó al aire como si estuviera jugando con una moneda o algo así, unido a su expresión juguetona y ojos fríos, hicieron que el cuerpo de Mark temblara ligeramente.
Guillermo, el chico que no era mayor de once años, acaba de atreverse a amenazar a todo el hotel Royals. Y por alguna razón, Mark no pudo evitar tomar tan directa advertencia en serio.
Guillermo vio directamente a través de las intenciones de este problemático joven. Era del tipo que usaba métodos sucios para resolver los grandes problemas en los que se metía, justo como hizo antes al invitar a los secuaces de los seis grandes grupos comerciantes aquí.
Guillermo sabía que Mark pensarían y planificarían un intento de asesinato contra él. Como estaba seguro de esto, Guillermo decidió golpear primero, utilizando dos nombres temibles con evidencia que respaldaba sus afirmaciones.
