—Ahem, ¿qué tal esto...? Puedes hospedarte en nuestro hotel toda la semana y obtener otro cincuenta por ciento de descuento —Justo cuando él estaba hablando, los ojos de Guillermo brillaron con una luz fría, haciendo que Mark dejara de hablar.
—Este es un precio de mendigos para ti, y yo no soy un mendigo —las palabras de Guillermo agregaron una capa aún más gélida a toda esta situación.
—Entonces... ¿Descuento total quizás? ¿Alojarte aquí gratis? —Ahora Mark realmente estaba sintiendo la presión. Después de lo sucedido, y como Trevor vino a él con el mensaje amenazante oculto, los superiores de Mark lo hicieron responsable de todo esto.
Él era quien iba a pagar por cualquier cosa que Guillermo quisiera, y por eso intentó resolver todo utilizando la diplomacia, palabras vacías y promesas.
Pero ahora estaba claro para él que ¡Guillermo iba tras su cabeza!
