Cuando los cuchillos mataban monstruos, no se detenían y esperaban a que llegaran más. En cambio, empezaron a moverse arriba y abajo, expandirse hacia afuera o reducir su área circular de actividad por dentro.
En los ojos del equipo de Sith, que observaban esta espectacular actuación, parecía como si estos cuchillos tuvieran voluntad propia. Pero eso no era cierto. Nadie había oído hablar de cuchillos vivientes, ni siquiera en leyendas o cuentos de hadas.
—¿Es un elemento de viento? —uno de su equipo no pudo evitar preguntar— pero… ¡nunca vi ni oí hablar de alguien de grado bronce que pudiera usar el elemento de viento con tal destreza!
—No, no lo es —Sith sabía que su miembro del equipo ni siquiera creía sus palabras—, es el elemento de relámpago.
—¿Relámpago? —preguntó otro incrédulo.
—¿Estás seguro? —insistió el primero.
—Nunca oí hablar de ningún maestro espiritual del elemento de relámpago en la academia Aspire —dijo otro miembro del equipo.