Al abrir nuevamente los ojos, Cronos ahora se veía a sí mismo entrando en el gremio de aventureros en un pueblo algo deteriorado. Mientras se acercaba al mostrador, se concentraba en la visión del tiempo.
Jack llegó al mostrador del gremio de aventureros, un escalofrío le recorrió la columna como si alguien lo estuviera observando. Giró la cabeza discretamente, pero no encontró a nadie mirando en su dirección particular, e ignoró la sensación.
—Puede que esté perdiendo mi toque.
La joven en el mostrador le sonrió con una típica sonrisa de atención al cliente.
—Hola, señor. ¿En qué puedo ayudarle hoy? —preguntó ella.
Jack se enfocó en la joven. Tenía prisa y no tenía tiempo que perder con posibles perseguidores.
—Hola. Me han dicho que este es el lugar para registrarse como aventurero. Me gustaría registrarme.
Algunas personas a su alrededor lo miraban extrañado, pues era raro que un hombre mayor se registrara como aventurero, pero eso no era asunto de ellos.