—Sintiendo su cuerpo conectar con el espacio frente a la aldea inicial de la que había provenido, Astaroth se centró en su mente y mana, dando un paso hacia adelante. Su cuerpo fue lanzado hacia adelante, atravesando una película invisible, lo que le dio una sensación parecida a cuando usaba el teleportador.
—Apareciendo frente a la aldea, su estómago se revolvió un poco. Inclinándose sobre un arbusto al lado, Astaroth vomitó.
—Jah. Mortal débil. Eso te pasa por usar mis poderes sin pagar el precio justo —dijo la voz en su cabeza.
—Cállate. Estabas intentando timarme. Y como ahora me perteneces, puedo hacer lo que quiera —respondió Astaroth en voz alta, sin siquiera molestarse en perder el mensaje mental.
—Tsk —escuchó el chasquido de la lengua, Astaroth supo que había ganado esa disputa.