Astaroth se sintió tentado de ver algunos partidos de nuevo, pero sería grosero ignorar al hombre. Así que se giró para mirarlo.
—Entonces espero tener una respuesta a tu pregunta —dijo él, sonriendo.
—Tu clase. Es una clase especial, ¿verdad? —preguntó Declan.
—Tan especial como la tuya —respondió Astaroth con una leve sonrisa.
—Entonces una advertencia. Algunos gremios buscan reclutar clases especiales, sea como sea. Puedo decir que aún no perteneces a un gremio. Así que ten cuidado —dijo Declan, antes de alejarse un poco.
El hombre empezó a mirar las pantallas que quedaban con intensidad. Lo más probable es que evaluara a sus posibles próximos oponentes.
«Parecía lo suficientemente honesto. Haré caso a su advertencia» —pensó Astaroth para sí mismo, volviendo también su mirada a las pantallas.
La tercera ronda estaba casi terminada, y los pocos combates que seguían en pie eran en su mayoría poco interesantes. Astaroth solo observaba para recopilar inteligencia, nada más.