—¿Cómo iba a saberlo? Cuando la vi con un vestido de criada, pensé que venía aquí a causar problemas —y entonces, el dueño de la voz, que había estado conversando con Belicia por un rato, también se le acercó, inclinando su cabeza delante de ella—. Lo siento mucho. Realmente no sabía que eras amiga del capitán.
—¿Qué está pasando aquí? ¿Realmente se refieren al Dan que conozco como capitán? —Belicia se preguntó asombrada, observando a estas personas desconocidas acercársele con sus atuendos sencillos y negros.
—Por favor, no lo culpes. Hicimos una suposición prejuiciosa cuando te vimos porque alguien con el mismo vestido de criada causó un alboroto aquí no hace mucho —explicó la única chica del grupo, que tenía cabello negro corto y vestía de negro entero. Su tono llevaba un matiz de disculpa.
—¿Se están refiriendo a Tika? Esa mujer tonta me está causando problemas incluso aquí —Belicia pensó enojada, empezando a entender su comportamiento cauteloso.
