Tan pronto como apareció la brecha, tuvimos la revelación de que al fin habíamos alcanzado nuestro objetivo, y que el alma había respondido a nuestro llamado.
En ese preciso instante, una contundente confirmación de nuestros esfuerzos resonó a través del mensaje del sistema, llegando a los oídos de todo portador de objeto que había participado en la activación de la formación. La confirmación de nuestras convicciones previas nos envió una oleada de júbilo, infundiendo un profundo sentido de logro y satisfacción.
[Invocación exitosa.]
[En respuesta a tu llamado, Avaricia desciende a tu mundo.]
Y muy rápidamente, un rayo de luz originado dentro de esta brecha, iluminando el mundo entero con su resplandor tan brillante como el sol, entró en el cuerpo que habíamos creado previamente, que yacía en medio de la formación.
Finalmente tuvimos éxito. Utilizando todos los recursos disponibles, pudimos crear un humano con el potencial de liderar la raza humana.